viernes, 27 de enero de 2012

Mamá, soy gay!


Durante muchos años de mi vida me imaginé ese momento. En realidad siempre jugué a iamginarme lo que creí que nunca iba a suceder... pero finlmente sucedió. Por fin pude decir: Mamá, soy gay.
En realidad no lo dije, lo escribí. Si... es que era muy dificil para mí poder expresarme en todos los ambitos y además siempre fui muy timido. Entonces decidi escribirlo. Pero eso lo voy a contar un poco más adelante. Primero les quiero contar cómo fue que decidí hacerlo.
Era el mes de Agosto del a{ño 2005. Para ese entonces yo recién había cumplido 19 años y hacía tan solo 5 meses que había besado a un hombre por primera vez. El tiempo me pasaba volando y lo que siempre habia querido evitar se estaba haciendo realidad. Me estaba relacionando sentimentalmente con una persona de mi mismo sexo.
Resultó ser de que después de que tuve mi primera experciencia homosexual, en la que sinceramente me fue muy bien, me reprimí mucho más. Luego de lo sucedido, sentí una especie de asco que se me hizo incontrolable y me juré que nunca más iba a tocar el cuerpo de un hombre. Pero los meses pasaron e internet otra vez me mostró el mundo que yo mismo me había reprimido... y entonces conocí lo que era sentir de verdad. Digo sentir "de verdad" porque otras veces durante mi adolescencia habia sentido algo parecido al amor o al enamoramiento... pero esa vez fue distinto, había algo que sucedía de verdad adentro mio y que era desconocido hasta ese momento. Sucedio una madrigada de las tantas que me quedaba navegando una pagina de contactos. Era común para mí agregar contactos, hablar unas pocas veces y luego eliminarlos. Y esa madrugada, cuando el sol ya había salido hacía rato, agregué a un chico que me parecía lindo. Tenía 18 años, igual que yo. Era el mes de abril. Comenzamos a hablar por MSN y me gustó mucho. Me atrajo su forma de chatear y todas sus fotos me enloquecieron. Ese día me "enamoré" cyberneticamente. Y uso las comillas porque años más tarde comprendí que alguien no puede ni siquiera gustarle a otro alguien con dos computadoras y algunos satelites de por medio. Pero bueno, en ese momento yo me senti enamorado.
Comenzaron a pasar los días y las charlas se hicieron diarias. Él estaba en España durante 2 meses porque habia ido a visitar a sus familiares que vivían allá. Asique no había posibilidad de planear ningún encuentro. Chateamos durante esos dos meses, nos vimos por webcam y hasta hablamos varias veces por telefono. Yo estaba en un extasis y me gustaba tanto, que ya daba por hecho que nos conoceríamos a su regreso. Esa misma motivación me llevó a contarle a ciertas amigas mías. Más feliz estaba y a más personas les confiaba eso que me pasaba. Pero claro, en ese momento era muy pronto para decirles que realmente era gay y que siempre me habian gustado los hombres y que finalmente lo estaba aceptando. Cambiaba un poco el discurso y les contaba algo como: "Bueno, la verdad es que conocí a alquien que me hace sentir muy bien y que me hizo entender que lo que importa es la persona y no el sexo... no es que sea gay, sino que hoy me gusta ese alguien". Años más tarde supe que todo el mundo supo desde ese primer discursito que yo me estaba aceptando gay, simplemente que no me lo preguntaron ni me lo dijeron para no hacerme sentir mal.
Pasó el tiempo y llegó Agosto... esa persona que tan loco me tenía estaba volviendo a Buenos Aires. Y entonces sucedería el encuentro. Yo estaba muy ansioso y tenia ganas de girtarle al mundo que el hombre de mi vida había llegado... (Sí, eso es lo que sucede cuando un adolescente revoluciona sus hormonas y sabe que está a un paso de la adultez...)
Finalmente nos conoocimos. Jamas lo voy a olvidar: 12 de agosto. Y no lo voy a olvidar no solamente porque ese fue el dia de mi cumpleaños numero 19, sino porque además lo conocí en mi casa y en la fiesta de mi cumpleaños. Asi es... ese hervor de hormonas y sentimientos invitó a una persona desconocida, recien llegada de Europa, a mi casa. Esa noche mi corazón dio un vuelco. Y seis días despues (si, seis), el 18 de agosto, nos pusimos de novios.
Eramos dos criaturas de 19 años intentando llevar una relación homosexual en medio de un mundo que hacia poco abría sus puertas a la libertad. Y a pesar de mis miedos y mis preocupaciones, estaba viviendo con muchisima intensidad eso que estaba sucediendo. Me parecía mentira... pero a cada momento era más real. En algún momento les contaré como se sucedio esa relación que durante mucho tiempo me traumatizó. Pero lo importante acá es que un dia, estabamos acostados uno al lado del otro mirando el techo y charlando, cuando me contó cómo había sido el día que le contó a su mamá que era gay. Yo escuché muy atento lo que él relataba y me fascinó su perfecta historia. Para él todo había sido muy fácil... un día llego del colegio, se sentó al lado de su madre y le dijo: Mamá... tengo que decirte una cosa... soy gay y tengo novio. La madre lloró, lo abrazó y luego vino la hermana y se unio al abrazo. Todos fueron felices.
De ahí en más me planteé la remota posibilidad de confiarle a mi mamá esto que me estaba pasando. Jugué mucho en mi cabeza a contarselo... pensaba y me imaginaba su reacción. De mis adentros brotaba una ansiedad terrible cada vez que pensaba sobre el asunto. Él me decía que debía contarselo, que así todo sería mejor... que podría quedarme a dormir en su casa, que podriamos hacer una vida mas tranquila sin mentiras de por medio... y que hasta quizas podrían conocerse y él podría entrar en mi familia. El mundo que se creaba en mi mente era hermoso... toda la familia reunida en la mesa, el a mi lado, agarrando mi mano y contando anecdotas sobre su carrera y sus viajes y yo a su lado mirandolo enamorado y feliz.
Un día que volví de su casa dije que tenía que estudiar y me encerré con un cuaderno y una lapicera. Cuando yo daba la orden de que tenia que estudiar, nadie me molestaba. Era una regla excepcional en mi casa y todos la respetaban... es que tengo muy poca concentración.
Escribí una carta. Debo aceptar que me victimicé bastante. No es que haya mentido, pero sí aproveché muchisimo el sufrimiento de mi pasado para poder impresionar a mi mamá. La carta la escribí haciendo de cuenta que era un borrador que nadie leería, como un juego. En ella plasmaba mi realidad... cada una de las veces que habia llorado cuando la casa se quedaba oscura y descragaba la angustia de todo el día. Escribí sobre mis miedos, mis verguenzas y mis sentimientos más profundos. Y también escribí sobre él. Sobre mi relación con esa persona que tanto me estaba enseñando y amando. Sobre mi homosexualidad oculta durante tantos años.... simplemente me dediqué a escribir. Y cuando leí aquel borrador, automaticamente se transformó en la carta orginal; porque me pareció perfecta. Y por ello, no consevo una copia... porque así como la terminé de escribir, la releí dos veces y la doblé para ser entregada.
Mi intención orginal era hablar... pero de un primer momento supe que no iba a poder hacerlo. No tenía forma de hacerlo. Lo que tenia que decir era muy fuerte para mí.

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